LOS AFRICANOS

Un día, un niño nuevo que se llamaba Alain vino al cole por que se había mudado de África. Era un niño de 12 años, alto con pelo moreno y ojos marrones. Le gustaba el deporte, como por ejemplo:correr o jugar al baloncesto con sus amigos cerca de un árbol que se llamaba baobab, en los alrededores de su pueblo.

Nos contó que un día mientra estaba jugando al escondite encontró una cueva secreta, cuando entró miro a su alrededor y encontró diamantes en las paredes y en el suelo. Rápidamente fue a avisar a su madre. Cuando esta lo vio se puso muy nerviosa, ¡eran ricos!. La madre, intento coger todos los diamantes que pudo y volvió  a casa, rodeando la plaza central del pueblo, sin que nadie sospechara lo que en llevaba en sus bolsillos. Cuando llego a casa el padre de Alain, la madre le contó todo lo sucedido y el padre rápidamente pensó un escondite para los diamantes, el interior del «osito mimoso» de su hermana pequeña Juana, del cual no se separaba mas que el rato que iba al colegio.

A la mañana siguiente, y sin llamar mucho la atención,  el padre de Alain cogió el coche, un diamante de un tamaño, mas bien pequeño  y  se fue todo lo rápido que pudo al centro de al ciudad a tratar de venderlo para conseguir un poco de dinero mientras la madre y Alain iban de vuelta la cueva a por mas diamantes.

Con ese dinero que su padre consiguió por la venta del diamante, Alain y su familia comenzaron a tener algunas comodidades que hasta entonces no habían podido tener. Poco a poco su vida fue mejorando hasta que, sin despertar muchas sospechas entre sus vecinos, consiguieron juntar el dinero suficiente para poder viajar a Europa en busca de una vida mejor.

LUCAS YÁÑEZ COBIÁN

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