Archivo por días: 14 octubre, 2017

EL BAOBAB

En el año 2010, en el barrio La Matiella de Candás, había un baobab plantado en el prado a la orilla de la carretera. El árbol tenía más de 1000 años.

Las propiedades del árbol era desconocidas por los habitantes de Candás.

Unos niños llamados Amador, Rafa y Pablo siempre iban a jugar a la zona del baobab y contaban historias a la sombra de sus ramas.

Una tarde, Amador llegó contando una triste noticia:

-Cuando fui al supermercado escuché a unos obreros hablar sobre el baobab, decían que lo iban a talar para despejar la zona, contó Amador al grupo.

-¡Tenemos que demostrar que no se puede talar!, exclamó Pablo.

– Ya que en Candás no se conoce la especie, podemos investigar sobre ella para saber sus propiedades buenas y perjudiciales, dijo Rafa.

En sus casas, cada uno buscó información y estudió el árbol. Rafa estudió sus frutos y contó que de su pulpa se obtenía un líquido blanco más nutritivo  que la leche materna. Pablo estudió las hojas, que tenían Vitaminas A, C, E y  F y eran beneficiosas para la piel. Amador estudió su savia,  pero esa no tenía propiedades especiales.

Entre los tres prepararon un escrito al Ayuntamiento para solicitar que no lo cortaran. El alcalde valoró la petición y aceptó no cortar el árbol.

Así los niños pudieron seguir pasando las tardes de juego a la sombra del baobab.

Uday.

Los baobabs caminantes.

En un pueblo muy muy lejano en África cruzando Egipto, el Sahara y la espesa sabana existía un pueblo llamado Adoso hay no se sabia casi nada, solo sabían correr como locos por todo lados (en África no se conocía el baobab) .Un día una niña pequeña, algo flaca y un poco guapa, su nombre era Bao  en español era Vianca y corriendo se estampó contra un árbol el árbol era gordo y alto. Bao llamo a sus padres y se fueron a ver el árbol pero se perdieron entonces como se hacia de noche construyeron una  cabaña.Cuando se hizo de día continuaron y se perdieron mas aun.De repente oyeron pisadas grades miraron para atras y vieron a el árbol ,Bao grito que ese era el árbol que vio,entonces el árbol les pregunto que si se habían perdido y ellos contestaron que si.Entonces el árbol pregunto donde vivian y ellos respondieron que en Adoso, estos llegaron en un abrir y cerrar de ojos. Llegaron a su pueblo en el los aldeanos se vieron caras felices y el árbol se llamó baobab, y como cada libro colorín colorado este cuento tan poco realista ha terminado.

Trabajo hecho e inventado por Manuel Sánchez Pérez 5ºB

KAL Y KALIN

Erase una vez unas gemelas llamadas Kal y Kalin. Las dos tenían diez años, eran bajas y las dos eran sociables, divertidas y simpáticas con toda su familia y personas que no conocían. Ellas estaban en el seco África. Una mañana cualquiera las dos salieron a jugar cerca de un baobab alto y muy grande, el terreno era seco y al lado había un montón  de árboles muy juntos. Las dos jugaron a Marco Polo, le tocó a Kal. Kalin pensó que si se iba al bosque de al lado nunca la encontraría. Se acercó al bosque mientras que Kal la seguía, gracias a las veces que repetía la palabra. Se metieron tanto en el bosque, que más tarde no sabían salir del bosque. Las gemelas se asustaron mucho al pensar que se quedarían allí sin poder salir. Kal tranquilizo a Kalin y después pensaron en un plan. A los treinta minutos sin parar de pensar a Kal se le ocurrió un plan. Le explicó el plan que era que subiera al árbol más alto y que buscase el baobab de siempre. Kal ayudó a Kalin a subir al árbol. Kalin ya en la punta buscó el baobab, al final de tanto buscar lo encontró. Se lo dijo a Kal y las dos fueron en esa dirección. Caminaron y caminaron y al final salieron del espeso bosque.

Se fueron a casa con su familia y nunca más entraron en ese bosque.

David Canga González.

Martina y el Baobad

Erase una vez una niña llamada Martina que vivía en África le encantaba jugar , era muy traviesa, divertida y creativa. En el pueblo en el que vivía se llamaba Kalana, y era un pueblo pobre. Tenía una mejor amiga llamada Estrella. La mamá de Martina se llamaba Susana que es ama de casa y su padre Javier es agricultor. Su sitio preferido era el baobad que es un árbol, siempre va con Estrella a jugar y a espiar el pueblo.  Pero un día fueron Martina y  Estrella al baobad y unos señores lo estaban quitando por que ya era muy viejo. Martina les dijo que no podían quitar el árbol por que era muy divertido estar en él y que sino se pondría muy triste. Pero a los señores les daba igual lo que dijese . Entonces Martina y Estrella se fueron corriendo a ver al padre de Martina, y le contaron que lo que estaba pasando .Pero el padre no les hacia caso. Al día siguiente por la mañana, Estrella fue a ver como iban las obras para quitar el baobad ,pero ya era demasiado tarde lo habían quitado, entonces fue a casa de Martina y se lo contó a Martina y al padre. Entonces Martina le preguntó al padre si tenia semillas de baobad y el padre buscó y buscó y las encontró. Cuando llegó la tarde fueron al sitio donde estaba el baobad y plantaron otro. Unos meses después cundo fueron Martina, Javier, Susana y Estrella  el baobad era enorme , Martina y Estrella se pusieron contentísimas entonces decidieron hacer una casa en un árbol y se convertirlo en el sitio de juegos de Matina y Estrella.

 

 

SARA BARRERA GONZALEZ 5ªb

LOS AFRICANOS

Un día, un niño nuevo que se llamaba Alain vino al cole por que se había mudado de África. Era un niño de 12 años, alto con pelo moreno y ojos marrones. Le gustaba el deporte, como por ejemplo:correr o jugar al baloncesto con sus amigos cerca de un árbol que se llamaba baobab, en los alrededores de su pueblo.

Nos contó que un día mientra estaba jugando al escondite encontró una cueva secreta, cuando entró miro a su alrededor y encontró diamantes en las paredes y en el suelo. Rápidamente fue a avisar a su madre. Cuando esta lo vio se puso muy nerviosa, ¡eran ricos!. La madre, intento coger todos los diamantes que pudo y volvió  a casa, rodeando la plaza central del pueblo, sin que nadie sospechara lo que en llevaba en sus bolsillos. Cuando llego a casa el padre de Alain, la madre le contó todo lo sucedido y el padre rápidamente pensó un escondite para los diamantes, el interior del «osito mimoso» de su hermana pequeña Juana, del cual no se separaba mas que el rato que iba al colegio.

A la mañana siguiente, y sin llamar mucho la atención,  el padre de Alain cogió el coche, un diamante de un tamaño, mas bien pequeño  y  se fue todo lo rápido que pudo al centro de al ciudad a tratar de venderlo para conseguir un poco de dinero mientras la madre y Alain iban de vuelta la cueva a por mas diamantes.

Con ese dinero que su padre consiguió por la venta del diamante, Alain y su familia comenzaron a tener algunas comodidades que hasta entonces no habían podido tener. Poco a poco su vida fue mejorando hasta que, sin despertar muchas sospechas entre sus vecinos, consiguieron juntar el dinero suficiente para poder viajar a Europa en busca de una vida mejor.

LUCAS YÁÑEZ COBIÁN